Celiaquía en niños: síntomas e importancia de la detección precoz

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Celiaquía en niños: síntomas e importancia de la detección precoz

Según la SEGHNP, se calcula que la celiaquía afecta uno de cada 71 niños en España y puede presentarse a cualquier edad, tanto en bebés al introducir la alimentación complementaria, como en niños y adolescentes. Hoy vamos a repasar cuáles son los síntomas de la enfermedad celíaca en la infancia y por qué es importante un diagnóstico precoz.

 

¿Qué es la celiaquía?

Estrictamente hablando, la celiaquía no se considera ni una intolerancia ni una alergia, sino una enfermedad autoinmune (es decir, una respuesta inmunológica contra el propio organismo) ocasionada por la exposición a las proteínas del gluten, presente en ciertos cereales.

 

 

Por el contrario, la alergia es una reacción inmunológica, mientras que la intolerancia hace referencia a la dificultad de digerir ciertos alimentos.

 

Síntomas de enfermedad celíaca en niños

La mayoría de las personas celíacas manifiestan uno o más síntomas, aunque también hay personas asintomáticas que no presentan ningún malestar. La enfermedad celíaca no solo afecta al aparato digestivo, sino a cualquier otro órgano del cuerpo humano, como la piel, los huesos o el sistema neurológico, por ejemplo.

Entre los síntomas más destacables en niños y adolescentes están:

  • En la infancia: diarrea crónica, pérdida de apetito, distensión abdominal (tripa hinchada), pérdida de peso, gases, retraso en el crecimiento y talla baja, anemia, irritabilidad, tristeza, heces grasosas y con mal olor.
  • En la adolescencia se suman, además: cambios de humor o sensación de molestia o inquietud, retraso de crecimiento, daños en el esmalte de los dientes permanentes, retraso puberal e irregularidades menstruales.

 

Cómo se diagnostica la celiaquía

Cuando hay sospecha de enfermedad celíaca el diagnóstico se hace mediante un análisis de sangre que incluye la detección de los anticuerpos propios de la celiaquía. Si esta prueba resulta positiva, los síntomas son muy evidentes y además hay genética compatible con la celiaquía, muchos expertos recomiendan evitar la biopsia en niños por lo invasiva que resulta.

Sin embargo, la prueba más fiable para detectar la celiaquía es la biopsia duodenal, y en algunos casos es necesario realizarla. La biopsia consiste en obtener una pequeña muestra de la superficie del intestino para poder estudiarla al microscopio.

Hace tres años os informábamos también de una técnica de detección desarrollada por científicos de la Universidad de Granada, consistente en un rápido pinchazo en el dedo.

Según FACE, el 75% de las personas celíacas estaría sin diagnosticar debido especialmente a que los síntomas pueden confundirse con otro tipo de patologías. Esto ocurre especialmente en la infancia, lo que lleva a las familias a transitar por un camino largo hasta alcanzar el diagnóstico.
Por eso es tan importante la implantación de un protocolo de diagnóstico precoz, que reduzca el tiempo de incertidumbre y se pueda poner en marcha cuanto antes un tratamiento que mejore la calidad del vida del paciente.

Factores de riesgo para la celiaquía

La enfermedad celíaca no es hereditaria, pero sí existe una predisposición genética a padecerla. La probabilidad de desarrollar celiaquía es de uno entre diez para niños con un familiar de primer grado diagnosticado.

Por eso, una vez confirmado el diagnostico es recomendable valorar si el resto de familiares cercanos (hermanos, padres e hijos) también pudieran estar afectados por la enfermedad.

También se encuentran entre los grupos de riesgo con mayor predisposición a la celiaquía: las personas con diabetes tipo 1, Síndrome de Turner, Síndrome de Down, enfermedad tiroidea autoinmune, Síndrome de Williams y enfermedad autoinmune de hígado.

¿La celiaquía tiene cura?

No, la enfermedad celiaca no tiene cura, pero con una dieta exenta de gluten los síntomas desaparecen y con ello los problemas asociados.

No obstante, las investigaciones sobre la enfermedad siguen avanzando y a día de hoy sabemos que se está trabajando en una futura vacuna que tendría como objetivo restaurar la capacidad de tolerar el gluten por parte del sistema inmune. Por el momento, la vacuna se encuentra en fase de ensayo.

 

 

La dieta del niño con enfermedad celíaca

Si a tu hijo acaban de diagnosticarle celiaquía, el especialista os informará sobre los pasos a seguir y los cambios que debes realizar en su dieta, pues a partir de este momento no podrá consumir ningún producto con gluten.

Pero es muy importante que la dieta de exclusión la aconseje un especialista, pues hay padres que toman esta decisión por iniciativa propia, sin saber si sus hijos son realmente celiacos. El gluten no es una proteína indispensable para la salud, pero eliminarla sin indicación médica puede conllevar ciertos problemas.

El gluten es una proteína presente en el trigo, el centeno, la cebada, el triticale, la espelta y algunas variedades de avena, así como sus híbridos y derivados.

Son varios los productos que llevan gluten en su composición, por lo que es fundamental revisar con detenimiento el etiquetado y en caso de duda consultar con el fabricante. También es importante saber que hay ciertas leyendas que introducen los fabricantes en el envoltorio de sus productos que no garantizan la ausencia total de gluten. La espiga tachada dentro de un círculo y la marca “Controlado por FACE” son símbolos internacionales de garantía para considerarlos inocuos para los celiacos.

Igualmente, se debe prestar atención a ciertos productos no alimenticios, pues también pueden ocasionar daños en personas celíacas.

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Es muy importante la lectura del etiquetado antes de ofrecer un producto a un niño con enfermedad celiaca. Vía celiacos.org

Otras recomendaciones de la FACE para la dieta del colectivo celiaco son:

  • Advertir al colegio sobre la enfermedad celiaca del niño y asegurarnos de que le ofrecen un menú alternatio y apto para él en el comedor.
  • Evitar los productos a granel, por riesgo de contaminación cruzada.
  • Optar por productos naturales o genéricos libres de gluten por naturaleza.
  • Extremar la precaución con la manipulación de alimentos, el uso de utensilios de cocina y el empleo del mismo aceite para cocinar productos con gluten y productos sin gluten. Todas estas prácticas conllevan riesgo para las personas celiacas.
  • En aquellas casas en las que haya un miembro de la familia celiaco, se aconseja evitar harinas de trigo y pan rallado con gluten, y utilizar en su lugar harinas y/o pan rallado sin gluten, copos de puré de patata para rebozar, empanar o espesar salsas. De este modo los alimentos concinados podrán ser consumidos por todos los miembros de la familia y se evitarán accidentes por ingesta accidental.

Precaución con ciertos medicamentos

También es importante saber que ciertos medicamentos y complementos alimenticios pueden contener gluten que dañen a las personas celiacas. Por ello se recomienda que todos los medicamentos sean adquiridos bajo prescripción médica y preguntar en la farmacia en caso de dudas.

 

 

Fuente: bebesymas